Ahí van por delante de mí
abriendo pestañas
se asoma en libros que no
me caben en casa.
A veces es una coca-cola
o una hamburguesa de
ahora 1,30 (uno treinta)
El dejar de estar al sol
y sacar una tarjeta
quitándote el sabor de boca,
la tuya.
Luego algunos restos
van a una papelera cercana
que aguanta estoica
y el libro queda años sin
leer hasta un cambio de dueño.
Andas con algo menos,
ligero y empachado
con un bocado de nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe tu comentario